jueves, septiembre 21, 2006

TRAIGO DOS PENAS ...

El título de este post me acuerda una canción de un venezolano, ahora no recuerdo el nombre pero ha venido mucho a aquí, que de que trata trae una pena. En realidad lo que trae nos es una pena sino que está recho el tipo, pero bueno, yo traigo dos penas.

La primera es que ayer cumplió años mi hermana Lite, que vive en NY al igual que mis padres, y A MI SE ME OLVIDO.

No fue que se me olvidó que ella cumple años todos los 20 de septiembre, desde que la conozco, sino que ayer que era 20 de septiembre no caí que era su cumple años. No me detuve a analizar qué otra cosa pasaba ayer aparte del afán del día a día. La realidad es que me sorprendo de que ya septiembre casi se está acabando.

Pero como no hablaba con mi familia desde el fin de semana ayer los llamé y contestó Lite. Pues comenzamos a hablar y al rato me dice, manita felicidades, y yo le contestó pero yo no cumplo años hoy AAAAYYYYYYY COJELO, eres tu quien cumple años. Que pena!!!

Lo mismo me pasó el día del padre. A pesar de todos los trabajitos que los niños hicieron en el colegio con motivo de ese día. A pesar de toda la publicidad en todos los medios promoviendo corbatas, chancletas, camisas, fines de semana; no se me ocurrió ni siquiera felicitar al Bebo, ni a mi papá que estaba de visita para esa fecha. Será que soy de las personas que no pueden masticar chicle y subir escalera al mismo tiempo.

No puedo resolver el día a día y pensar en otras cosas porque se me puede olvidar uno de los niños dentro del carro o recoger a Nene en el colegio.

Bueno, la otra pena que tengo es con la muchacha que me cuida los niños. Hace dos semanas llegó tarde el lunes porque su mamá, quien le cuidaba su bebé de ocho meses, ya no se lo quería cuidar más porque está muy mayor y ya no está para esas cosas.

Pues la persona que se lo iba a cuidar cuando se lo fue a llevar el mismo lunes le dijo que su marido no quería que se metiera en eso. Entonces se fue donde una tía quien le consiguió a alguien para que se lo cuide.

Antes de ayer su tía la llamó porque la señora le llevó el niño porque estaba llorando mucho y parecía que le dolía un oido. Entonces me pidió permiso para llevarlo al médico.

Pues el niño lo que estaba era deshidratado porque la señora parece que no le daba comida. Dios mío, esto me rompió el alma. Un bebé de ocho meses deshidratado por falta de leche, porqué!!!

Y pienso que esta muchacha tiene que dejar a su bebé para venir a cuidar los míos, por necesidad, porque es la única manera en que sabe ganarse la vida. No ve a su bebé más que los fines de semana. Y yo no puedo dejar de ver mis hijos por más de ocho horas.

Esas muchachas por lo general son madres solteras. Los papás de esos niños rara vez la ayudan.

Sólo Dios sabe el porqué de las cosas. Pero tengo a esa muchacha colgada del corazón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que inteligente eres, para que no te dijeran mala hija o mala hermana nos contaste la conmovedora historia de la sirvienta.

Da mucha pena ver como los que nos ayudan no tienen a quien los ayude. La necesidad rompe corazones.

Saludos gracias por el 2x1.